Es el segundo joven de 19 años al que asesinan de manera misteriosa en un fin de semana. El sábado a la mañana mataron a Lucas Casucheli en Lules y ayer sucedió algo similar con Matías Sebastián Medina en San Miguel de Tucumán.
Los vecinos del barrio 11 de Marzo comentaban que escucharon tres disparos, ayer a la siesta. Dos de esos tiros hirieron a Medina, que murió una hora más tarde en el Hospital Padilla.
El joven se encontraba con un amigo en la esquina de Próspero Mena y pasaje Magallanes, a las 13.55. En ese momento, un individuo se acercó en una motocicleta, sacó un arma y le disparó. Según le relataron algunos testigos a la Policía, el agresor guiaba una Honda Wave negra y viajaba sin acompañante.
El amigo de la víctima lo trasladó al hospital. Medina tenía un balazo en la zona lumbar y otro en la pierna derecha. Pero los médicos no pudieron salvarle la vida y el joven falleció a las 15.
Personal de la seccional 13ª, de Criminalística y de Homicidios trabajaban ayer en el lugar del hecho. Según señalaron a LA GACETA, el homicida no dejó rastros en la escena del crimen. Sin embargo, a través de la investigación que llevaban adelante pudieron establecer que el asesino sería un tal "Cheto Pi", mayor de edad.
Asimismo, manejaban la posibilidad de que el hecho estuviera relacionado con drogas y la hipótesis de un intento de robo había quedado descartada.
El crimen de Lules
Un hecho similar ocurrió el sábado a la mañana en Lules, cuando Lucas Casucheli fue asesinado de un tiro en el pecho por dos individuos encapuchados que circulaban en una moto negra. El joven regresaba de comprar cigarrillos con una amiga de 14 años cuando los interceptaron en el pasaje Mendoza al 200, frente a la Escuela Técnica. Los agresores obligaron a la adolescente a retirarse del lugar y le dispararon a Casucheli, que cayó muerto unos 70 metros más adelante.
Ese caso tampoco fue un robo, confirmó la Policía, mientras se rumoreaba que podría haberse tratado de un ajuste de cuentas. El padre de la víctima tendría antecedentes por estafas y hasta había estado de preso por ese delito.
En ninguno de los dos casos está confirmado oficialmente cuál fue el móvil del crimen.